Una reflexión sobre la apatía en la educación mexicana.

Se habla de que los estudiantes en México no rendimos lo suficiente, y a consecuencia de la apatía. Como es costumbre, definiremos lo que atribuye el uso de esta palabra. Según Abbagnano alude a la insensibilidad, a la indiferencia hacia todas las emociones y el desprecio de éstas; logrados mediante el ejercicio de la virtud. El sentido que se tiene de la apatía no siempre ha tenido ese carácter peyorativo con el que lo conocemos; para los cínicos y los estoicos era “La felicidad misma” pues era la suprema aspiración de estos sabios, pues despreciaban todo lo "Académico".

Ante este tema de la apatía, Kant menciona “La apatía es un ideal noble, pero la naturaleza fue sabia al dar al hombre la simpatía, para guiarlo provisionalmente y antes de que la razón alcanzara su madurez en él como una ayuda o apoyo sensible a la ley moral y como un sucedáneo temporal de la razón” He ahí la clave, encontrar la simpatía.

Las diversas teorías educativas se basan en “motivar” al alumno; lo que muchos no se han percatado es que la formación del formador (valga la redundancia) viene siendo la misma, sistemas importados que por lo general no se adecuan a nuestro tipo de sociedad. Menciona E. Meneses que a través del desarrollo histórico educativo en México, por mencionar algunas, está el modelo positivista de Porfirio Díaz, luego con los revolucionarios José Vasconcelos cambió la visión de la educación en un ámbito pluralista y “Latinoamericanista”, la cual continuo un poco con Calles en cuya presidencia la educación fue más utilitarista y pragmática inspirada en Rousseau, características que continuaron hasta Echeverría; sin embargo las ciencias sociales, o humanísticas eran importantes para el desarrollo educativo del alumno, aunque se le da más importancia a lo práctico.

La abulia, o apatía, en el salón de clases por lo general tiene influencias externas; sólo es cuestión de analizar el contexto socioeconómico y cultural. Por ejemplo, un típico estudiante de secundaria; quien debe levantarse temprano para ir a la escuela, no alcanza a desayunar, sus padres no tienen el suficiente recurso monetario para que pueda comprarse una comida en la escuela (en donde los precios son elevadísimos) lo que hará que pase hambre en el aula y no le interese otra cosa más que comer. Otro aspecto está en la dinámica que tiene el profesor, si a éste no le interesa lo que está enseñando menos hará que el alumno aprenda algo o al menos le dé curiosidad por el tema. Por otra parte está el aspecto psicológico, según Valentini la apatía proviene también por la baja autoestima, la tristeza, la depresión, elementos en los que el educador no se detiene a apreciar en su pupilo; pues ya existe un modelo de alumno que espera el maestro, los padres, la sociedad… y resulta frustrante no alcanzarlo. El no poder comprender un tema expuesto en clase es la principal fuente de apatía para quienes no tienen otras. Sabemos de antemano que estos son problemas evidentes para el sistema, pero todo sigue igual.

En nuestro país lo que nos absorbe es la televisión, puesto que nos hemos adaptado más hacia lo audiovisual, aspecto que la educación ha querido aprovechar y ha decidido establecer sus programas de “modernización educativa”. Por ejemplo el aún vigente “Enciclomedia”. La cuestión es ¿Por qué a pesar de estos esfuerzos la apatía persiste? En primer lugar, el acceso a la tecnología aún es limitado, exclusivo, y se convierte en una fuente adicional para que la escuela le saque más dinero a los padres de familia a fin de mantener este tipo de aparatos, y peor que no esté funcionando con los alumnos. otro aspecto es la pasividad a la que el jóven está acostumbrado, y lo fácil que resulta enajenarse en estupideces.

La apatía viene también de la metodología rigurosa a la que se quiere apegar el maestro, métodos hechos para sociedades ajenas, lo que debería hacerse es capacitar a los maestros para que puedan hacer que el alumno se interese por lo que está exponiendo, teniendo en cuenta el contexto en el que nos estamos viendo, que el aprendizaje realmente sea significativo, como proponía Ausubel. y que, además, se le propicie un pensamiento crítico. Si de por sí, muchos jóvenes no pueden estudiar, y muchos de los que lo hacen son apáticos ¿Cómo estará nuestro sistema educativo?





Fuentes

• Abbagnano, Nicola. Diccionario de Filosofía. México: FCE. 1998.
• Cuelí, José. Coordinador. Valores y metas de la educación en México. México: Ed.
La Jornada. 1990.
• Valentini, Rodolfo. Reflexiones sobre el fenómeno de la apatía en ámbitos
escolares. Consultado en: 19 de mayo de 2010.
Desde: http://www.educar.org/articulos/apatia.asp

1 comentarios:

Anónimo 28 de julio de 2010, 0:43  

Hey ME ENCANTA tu blog! Soy licenciado en filosofía de la Universidad del Zulia aquí en Maracaibo, Venezuela. Encontré tu blog por un comentario que vi que hiciste en la "cumbia filosófica" de Luthiers. Actualmente culmino la maestría en filosofía de la historia, aquí mismo en Venezuela, y decidí escribirte. La verdad me gustaría intercambiar gustos y opiniones con filósofos - y/o filósofas - de otros países, a ver que tan distintos y perdidos vamos en este lado del mundo. TEngo la teoría de que los filósofos - no así la filosofía - de todos los lugares del mundo se sienten en crisis por su contexto, sobre todo en latinoamérica. Agrégame el msn o envíame un correo, mi dirección es felo8b@hotmail.com, para que podamos hablar mejor.

Saludos desde Venezuela, y de verdad, disculpa el atrevimiento jeje.

Rafa

Sobre este blog

Crítica, expresión filosófica para todos.

Opiniones sobre lo que acontece en Tijuana, México y el mundo desde una perspectiva analítica, preparandonos para la fatalidad del mundo y esa paradójica belleza que brinda la vida.